Artículo traducido por el Ing. Joel Velasco
Asesor Técnico de ABS
Existen numerosas dificultades que enfrenta la industria láctea, una de ellas es la necesidad de satisfacer la creciente demanda de productos. En ese sentido, se han logrado mejoras impresionantes en las últimas décadas en la producción de leche por vaca, a través de avances continuos en aspectos como la genética, nutrición y salud.
Adoptar medidas de manejo en conjunto con sistemas que monitorean e informan al ganadero sobre parámetros fisiológicos, indicadores de comportamiento en vacas individuales o de grupos de animales, ayuda a impulsar la eficiencia productiva.
Aquí te mostramos algunos consejos de manejo e implementación de nuevas tecnologías que te permitirán alcanzar el máximo potencial de tu hato.
En términos generales, la productividad representa la capacidad que tiene un establo lechero para convertir los insumos en productos, en este caso leche. Al medirla se evalúa el aprovechamiento de la tecnología (adopción de innovaciones), los cambios en la organización de las tareas o manejo de los animales y el uso de los recursos disponibles.
Un medio ampliamente reconocido para enfrentar desafíos recientes como las fluctuaciones en los precios de la leche y los insumos, es la mejora de este indicador, es decir, producir más en relación con los suministros utilizados, lo cual ayuda a incrementar la rentabilidad, la sostenibilidad y la resiliencia a la volatilidad de los precios.
Para ello, es necesario conocer la eficiencia láctea que es la cantidad de leche producida, corregida con la grasa, por cada kilogramo de materia seca del alimento consumido. Se mide a través de parámetros nutricionales e incrementarla requiere la optimización de los recursos alimenticios, en conjunto con atención veterinaria adecuada y de calidad.
La evaluación de la productividad y eficiencia es fundamental porque permite llevar un mejor control de la producción, sin mencionar que se trata de un requisito clave para elevar la competitividad. Los productores pueden emplear esta información para mejorar su rendimiento y evitar futuros errores que generen graves pérdidas económicas.
A continuación, te mostramos una serie de elementos que contribuyen o afectan a los hatos lecheros:
De la misma forma, la eficiencia de la lactancia se ve afectada por diversos factores que involucran el tipo de dieta, la condición corporal, la edad, la raza, el número de partos, los días en leche y la frecuencia de ordeño.
Los sistemas intensivos con una gran cantidad de individuos están relacionados directamente con una productividad más alta, sin embargo, requieren más insumos y mano de obra
La implementación de técnicas como la inseminación artificial, la selección genética, las mejoras en las instalaciones y el equipo de ordeño maximizan la producción lechera.
Enseguida te mostramos una serie de procedimientos que mejoran considerablemente la productividad y eficiencia de los sistemas lecheros.
Proporcionar alimento de forma específica e individualizada permite distribuir mejor los recursos y evitar el desperdicio. Este método generalmente se enfoca en el estado reproductivo (novillas, vacas lactantes o secas) y/o el rendimiento (vacas de producción alta, media o baja).
Un manejo reproductivo óptimo que incluya una detección del celo exitosa promueve un incremento en la producción, así como un aumento en la longevidad y la vida útil productiva. También el empleo de semen sexado en la inseminación artificial, posibilita acelerar el progreso genético, porque les permite a los productores generar sus propios reemplazos.
Mejorar la limpieza es crucial porque las condiciones insalubres, incluido el equipo de ordeño contaminado y el manejo inadecuado del estiércol, incrementan la proliferación de patógenos causantes de enfermedades y causan infecciones oportunistas en el ganado, como la mastitis bovina, afectando directamente la productividad de la unidad lechera.
Los empleados deben estar familiarizados con las operaciones, incluido el ordeño, el manejo y el movimiento de los animales, la alimentación de las vacas, la seguridad del personal y cuando sea necesario la administración de medicamentos. Una mano de obra calificada en el establo lechero se traducirá en una mayor productividad.
El uso de herramientas tecnológicas para automatizar el monitoreo y control de la producción es cada vez mayor en los hatos altamente tecnificados. Estos incluyen biosensores que permiten monitorear la ingesta de nutrientes, la detección del estrés y el bienestar general de la vaca. Algunas otras incluyen máquinas de ordeño robóticas, dispositivos que analizan la calidad de la leche, comederos y sistemas de ventilación o refrigeración automáticos.
En primer lugar, el productor debe contar con herramientas que le ayuden a evaluar el impacto de cada evento o medida tomada en el establo, para tener un sistema productivo y eficiente.
La implementación de sistemas de monitoreo influye en el proceso de producción, automatizando las operaciones y agilizando los pasos de producción y la intensidad de la mano de obra, lo que reduce la demanda de capacidades de gestión de los operadores, al tiempo que aumenta la productividad laboral.
Además, recopila datos y genera informes automáticamente para ayudar a los operadores en la toma de decisiones y mejorar la eficiencia de la gestión.
SenseHub™ se encuentra disponible hoy en día en México. Es una solución de monitoreo de la salud que brinda información procesable sobre el estado reproductivo, nutricional y del bienestar de vacas individuales o de un grupo.
Puedes elegir entre diferentes opciones de hardware y planes de acuerdo con el tamaño del hato y los objetivos de producción. También, gracias a su simplicidad es muy fácil de instalar, emplear y dar mantenimiento.